Cristobal Colón parece ser el primero que tuvo noción de esta península, sin él mismo saberlo, ya que se hablaba de una isla fantástica habitada sólo por mujeres, por lo que, entre la leyenda, se relacionaba con Calafia, reina mitológica de las amazonas, nombre del cual parece provenir California.
Continúa así por espacio de un cuarto de siglo hasta que es descubierta por Fetún Jiménez y luego por Hernán Cortés, quien no la relaciona con la isla a la que se refería Colón y bautiza al golfo con el nombre de Mar de Cortés, y a la Paz, con el nombre de "Puerto y Valle de la Santa Cruz", por haber desembarcado en ella el 3 de mayo de 1535.
El 17 de Septiembre de 1542, el Capitán Juan Rodríguez Cabrillo se aventura mar arriba y descubre por primera vez el Puerto de Ensenada, al que inicialmente llamó "San Mateo". Al tomar posesión en nombre del Emperador de España, envió a uno de sus oficiales a explorar la región en busca de datos, para constancia del descubrimiento.
En dicha exploración fueron encontrados algunos naturales que constrastaban enormemente con los indígenas del centro del país, ya que eran altos, esbeltos y de gran fortaleza física, que se autonombraban Cochimíes, que significa "Hombres del Norte", habitaban en una región próxima, que actualmente se conoce como "Ejido Sánchez Taboada" (Maneadero). Vivían sencillamente, en chozas de barro y ramas. En estas condiciones, los españles resultarón algo extraordinario por su físico, vestimenta, lengua y demás detalles totalmente desconocidos para ellos, como lo eran las naves de la cuales desembarcaron, considerándolos casi dioses. Según Rodríguez Cabrillo, los indígenas alcanzaban un número apróximado de cinco mil en la región hasta entonces vista por ellos.
Casi 60 años después, El Capitán Sebatían Vizcaíno, conocido por su ansia de aventura, remontó la larga península de las Californias, no dejando ninguna bahía, caleta o ancón sin tocar; dió el nombre a la bahía de Ballenas, localizada frente a la Isla de Cedros, por la peculiaridad de ser ahí donde las ballenas acuden a procrear; continuando hacia el norte encuentra la Ensenada de San Mateo. En virtud de no encontrar algunas de las variantes que Cabrillo señalaba en su carta, decidió dar un nuevo nombre a la enorme rada y la llamo Bahía de Todos Santos, por haber llegado el 1o. de Noviembre de 1602. Es probable que haya desembarcado en lugar diferente de Cabrillo, ya que en sus cartas no menciona la existencia de naturales.
Fueron muchos los aventureros que trataron, sin éxito, de conquistar las Californias, pero es un grupo de nobles misioneros Jesuitas, Franciscanos y Dominicos, quienes logran algo positivo de los indígenas de la región, al introducir su doctrina, enseñanzas prácticas de agricultura y ganadería, y la construcción de misiones, con el fín de atraerlos y formar núcleos de población alrrededor de las mismas.
Continúa así por espacio de un cuarto de siglo hasta que es descubierta por Fetún Jiménez y luego por Hernán Cortés, quien no la relaciona con la isla a la que se refería Colón y bautiza al golfo con el nombre de Mar de Cortés, y a la Paz, con el nombre de "Puerto y Valle de la Santa Cruz", por haber desembarcado en ella el 3 de mayo de 1535.
El 17 de Septiembre de 1542, el Capitán Juan Rodríguez Cabrillo se aventura mar arriba y descubre por primera vez el Puerto de Ensenada, al que inicialmente llamó "San Mateo". Al tomar posesión en nombre del Emperador de España, envió a uno de sus oficiales a explorar la región en busca de datos, para constancia del descubrimiento.
En dicha exploración fueron encontrados algunos naturales que constrastaban enormemente con los indígenas del centro del país, ya que eran altos, esbeltos y de gran fortaleza física, que se autonombraban Cochimíes, que significa "Hombres del Norte", habitaban en una región próxima, que actualmente se conoce como "Ejido Sánchez Taboada" (Maneadero). Vivían sencillamente, en chozas de barro y ramas. En estas condiciones, los españles resultarón algo extraordinario por su físico, vestimenta, lengua y demás detalles totalmente desconocidos para ellos, como lo eran las naves de la cuales desembarcaron, considerándolos casi dioses. Según Rodríguez Cabrillo, los indígenas alcanzaban un número apróximado de cinco mil en la región hasta entonces vista por ellos.
Casi 60 años después, El Capitán Sebatían Vizcaíno, conocido por su ansia de aventura, remontó la larga península de las Californias, no dejando ninguna bahía, caleta o ancón sin tocar; dió el nombre a la bahía de Ballenas, localizada frente a la Isla de Cedros, por la peculiaridad de ser ahí donde las ballenas acuden a procrear; continuando hacia el norte encuentra la Ensenada de San Mateo. En virtud de no encontrar algunas de las variantes que Cabrillo señalaba en su carta, decidió dar un nuevo nombre a la enorme rada y la llamo Bahía de Todos Santos, por haber llegado el 1o. de Noviembre de 1602. Es probable que haya desembarcado en lugar diferente de Cabrillo, ya que en sus cartas no menciona la existencia de naturales.
Fueron muchos los aventureros que trataron, sin éxito, de conquistar las Californias, pero es un grupo de nobles misioneros Jesuitas, Franciscanos y Dominicos, quienes logran algo positivo de los indígenas de la región, al introducir su doctrina, enseñanzas prácticas de agricultura y ganadería, y la construcción de misiones, con el fín de atraerlos y formar núcleos de población alrrededor de las mismas.
COLONIZACION DE LA BAJA CALIFORNIA
Los primeros que llegaron al territorio fueron los Jesuitas, el 25 de Octubre de 1697 y permanecieron allí hasta 1798; su labor fué quízas la más positiva, ya que levantaron 18 misiones desde San José del Cabo, al Sur, hasta Santa María, al Norte; la primera fue la Misión de Loreto, Madre y Cabeza de todas la misiones de las Californias, fundada por el Padre Juan María Salvatierra, quien, al enterarse por el Padre Kino de las condiciones infrahumanas en que vivían los indios californianos, decidió con él, dedicar su vida a cristianizar la región. La segunda fue la Misión de San Francisco Javier, fundada por el Padre Miguel del Barco y cuya misión civilizadora la continuó el Padre Juan de Ugarte, todos Jesuitas.
Su obra es más encomiable, pues tuvieron que enfrentarse a una serie de contratiempos como la falta de barcos, provisiones y recursos económicos, y lo salvaje de las tribus indígenas : Los pericúes al Sur, los Guaycuras en la región de la Paz, y los Cochimíes al Norte.
Entr estos grupos había gandes diferencias : Los del Norte eran más sabios y menos perezosos, practicaban la monogamia y, únicamente en determinada fecha, la poligamia, siendo esto severamente castigado en días comunes. Tenían espíritus imprecisos y había hombres que se atribuían poderes sacerdotales y hechiceros, que curaban mediante la succión de los malos espíritus por un tubo pegado a los labios. Adoraban y Temian al león. Los Jesuitas estudiaron las pocas tierras laborables para encontrar los culitivos adecuados y se dieron cuenta de que, en la Baja California, los grandes cultivos del Mediterráneo, como la vid, el olivo, la higuera y la datilera, encontraban un ambiente más propicio que en el Norte de Africa y que en otros lugares del mediterráneo, impulsándose su cultivo en San Ignacio Cadenamán, creándose verdaderos bosques.
Sin embargo, pese a esta maravillosa obra, por orden del Rey Carlos II de España, los 17 misioneros Jesuitas fueron expulsados el 13 de febrero de 1767, dejando pendiente el trabajo hasta la llegada de los Franciscanos, ocurrida el 14 de julio del mismo año, encabezados por Fray Junípero Serra. Su obra notable se concentró en la Alta California, donde construyeron grandes Misiones; en la Baja California fue casi nula y su expedición se redujo hasta el paralelo 30.0, donde fundaron la Misión de San Fernando de Velicata, construída de adobe.
Posteriormente, llegaron los Frailes Dominicos, de cuya época existen pocos datos
Su obra es más encomiable, pues tuvieron que enfrentarse a una serie de contratiempos como la falta de barcos, provisiones y recursos económicos, y lo salvaje de las tribus indígenas : Los pericúes al Sur, los Guaycuras en la región de la Paz, y los Cochimíes al Norte.
Entr estos grupos había gandes diferencias : Los del Norte eran más sabios y menos perezosos, practicaban la monogamia y, únicamente en determinada fecha, la poligamia, siendo esto severamente castigado en días comunes. Tenían espíritus imprecisos y había hombres que se atribuían poderes sacerdotales y hechiceros, que curaban mediante la succión de los malos espíritus por un tubo pegado a los labios. Adoraban y Temian al león. Los Jesuitas estudiaron las pocas tierras laborables para encontrar los culitivos adecuados y se dieron cuenta de que, en la Baja California, los grandes cultivos del Mediterráneo, como la vid, el olivo, la higuera y la datilera, encontraban un ambiente más propicio que en el Norte de Africa y que en otros lugares del mediterráneo, impulsándose su cultivo en San Ignacio Cadenamán, creándose verdaderos bosques.
Sin embargo, pese a esta maravillosa obra, por orden del Rey Carlos II de España, los 17 misioneros Jesuitas fueron expulsados el 13 de febrero de 1767, dejando pendiente el trabajo hasta la llegada de los Franciscanos, ocurrida el 14 de julio del mismo año, encabezados por Fray Junípero Serra. Su obra notable se concentró en la Alta California, donde construyeron grandes Misiones; en la Baja California fue casi nula y su expedición se redujo hasta el paralelo 30.0, donde fundaron la Misión de San Fernando de Velicata, construída de adobe.
Posteriormente, llegaron los Frailes Dominicos, de cuya época existen pocos datos
CATEGORIAS POLITICAS
Conforme a la división antigua de la Nueva España, se consideró al territorio actual de ambos estados (Baja California y Baja California Sur) como provincia de la Vieja California, hasta el 22 de agosto de 1776, en que pasó bajo el control de la Comandancia y Capitanía General de la Provincias Internas. Ésta se dividió después en tres mandos (1785), quedando las dos Californias (la Vieja y la Nueva o Alta) en la juridiscción del tercero; y cuando aquéllos se redujeron a dos (1787), éstas pasaron a depender de la Comandancia General de la Provincias Internas de Occidente. En 1792 volvieron al dominio directo del virrey y así continuaron hasta la independencia.
La Ley de Bases para la convocatoria al Congreso Constituyente, del 17 de noviembre de 1821, consideró como una de las partes del Imperio Mexicano a la provincia de las Californias; y en la nueva Ley de Bases del 17 de junio de 1823, ya se distinguio entre las dos entidades, la Alta y la Baja. El Acta Constitutiva de la Federación, del 31 de enero de 1824, mencionó el Territorio Federal de las Californias, pero la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos del 4 de octubre siguiente consagró la existencia de dos territorios.
Implantado el régimen centralista, la Ley de Bases del 23 de octubre de 1835 las consideró como entidades aparte; pero la sexta de las Siete Leyes Constitucionales, del 30 de diciembre de 1836, las reunió en el departamento de las Californias, que en virtud de las Bases de Organización Política del 13 de junio de 1843 fue administrado "con sujeción más inmediata al gobierno central".
Al triunfo del federalismo, el 22 de agosto de 1846, el departamento se convirtió en estado de las Californias, aunque por breve tiempo, pues el 18 de mayo de 1847, al expedirse el Acta de Reformas Constitucionales, se crearon otra vez dos territorios. El de la Alta se perdió a consecuencia de la guerra contra los Estados Unidos, según consta en el Tratado de Paz del 2 de febrero de 1848, y el de la Baja subsistió hasta el 7 de febrero de 1931.
Durante la Guerra de los Tres Años (1858-1860) y la Intervención Francesa (1863-1867), los gobiernos conservador e imperial le dierón la denominación de departamento. La entidad fue dividida en dos partes (Norte y Sur), a cargo de jefes políticos, el 12 de abril de 1849, aumentando a tres (Norte, Centro y Sur) en tiempos del presidente Lerdo de Tejada. El 14 de diciembre de 1887, los partidos se convirtierón en distritos, y el 20 de junio de 1917, los jefes políticos, en gobernadores. Las reformas a la Constitución por las cuales se crearon los territorios de Baja California Norte y Baja California Sur, se aprobaron por el Congreso de la Unión y las legislaturas locales el 30 de diciembre de 1930, y se publicaron en el Diario Oficial el 7 de febrero siguiente. El Estado de Baja California fue erigido el 16 de enero de 1952, y el Estado de Baja California Sur, el 24 de octubre de 1974
La Ley de Bases para la convocatoria al Congreso Constituyente, del 17 de noviembre de 1821, consideró como una de las partes del Imperio Mexicano a la provincia de las Californias; y en la nueva Ley de Bases del 17 de junio de 1823, ya se distinguio entre las dos entidades, la Alta y la Baja. El Acta Constitutiva de la Federación, del 31 de enero de 1824, mencionó el Territorio Federal de las Californias, pero la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos del 4 de octubre siguiente consagró la existencia de dos territorios.
Implantado el régimen centralista, la Ley de Bases del 23 de octubre de 1835 las consideró como entidades aparte; pero la sexta de las Siete Leyes Constitucionales, del 30 de diciembre de 1836, las reunió en el departamento de las Californias, que en virtud de las Bases de Organización Política del 13 de junio de 1843 fue administrado "con sujeción más inmediata al gobierno central".
Al triunfo del federalismo, el 22 de agosto de 1846, el departamento se convirtió en estado de las Californias, aunque por breve tiempo, pues el 18 de mayo de 1847, al expedirse el Acta de Reformas Constitucionales, se crearon otra vez dos territorios. El de la Alta se perdió a consecuencia de la guerra contra los Estados Unidos, según consta en el Tratado de Paz del 2 de febrero de 1848, y el de la Baja subsistió hasta el 7 de febrero de 1931.
Durante la Guerra de los Tres Años (1858-1860) y la Intervención Francesa (1863-1867), los gobiernos conservador e imperial le dierón la denominación de departamento. La entidad fue dividida en dos partes (Norte y Sur), a cargo de jefes políticos, el 12 de abril de 1849, aumentando a tres (Norte, Centro y Sur) en tiempos del presidente Lerdo de Tejada. El 14 de diciembre de 1887, los partidos se convirtierón en distritos, y el 20 de junio de 1917, los jefes políticos, en gobernadores. Las reformas a la Constitución por las cuales se crearon los territorios de Baja California Norte y Baja California Sur, se aprobaron por el Congreso de la Unión y las legislaturas locales el 30 de diciembre de 1930, y se publicaron en el Diario Oficial el 7 de febrero siguiente. El Estado de Baja California fue erigido el 16 de enero de 1952, y el Estado de Baja California Sur, el 24 de octubre de 1974
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